Tratamiento para mejorar la motricidad y el agarre de la mano
Mejorar la motricidad y el agarre de la mano es un elemento esencial para mantener la independencia y la calidad de vida del paciente en su día a día. Sin embargo, su complejidad motora y sensorial también hace que la mano sea una parte del cuerpo especialmente vulnerable a las patologías de origen neurológico, muscular o articular. En este artículo, exploramos las diferentes facetas de las funciones motoras y de prehensión de la mano, las patologías que pueden afectarlas y los enfoques terapéuticos, como el método Allyane, que pretenden optimizar la recuperación funcional.
Motricidad y prensión de la mano
La muñeca y la mano tienen un sistema motor muy complejo. Es probablemente una de las partes del cuerpo que más utilizamos en nuestras actividades diarias. Desempeña tanto un papel funcional (agarre de diversos objetos) como un papel social (comunicación, dar la mano).
La función principal de la muñeca es guiar la mano. Por ejemplo, para escribir es necesario realizar multitud de pequeños y complejos movimientos en sinergia, con el fin de completar correctamente cada letra, lo que requiere, por tanto, que la muñeca tenga cierto grado de movilidad.
La mano ocupa un lugar muy importante en el cerebro, claramente visible en la cartografía de Penfield. Podemos ver y darnos cuenta de que posee una sensibilidad y una motricidad muy finas. La rehabilitación de la mano es notoriamente compleja, debido a la existencia de numerosos parámetros.
Por ejemplo, la mano puede dividirse en dos partes: una parte dedicada a la prensión enérgica (representada por los dos últimos dedos, el anular y el meñique) y otra dedicada a la prensión fina (el pulgar, el índice y el dedo corazón). Otro ejemplo es que la mayoría de los músculos de la mano encuentran su inserción en el antebrazo y algunos en la mano, por lo que la mano y la muñeca deben considerarse parte de todo el complejo del miembro superior...
¿Qué patologías pueden causar problemas para agarrar la mano?
La prensión de la mano puede verse afectada por diversas patologías de origen neurológico, muscular o articular.
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Patologías neurológicas
Los trastornos neurológicos que afectan al sistema nervioso central o al sistema nervioso periférico pueden afectar a la prensión de la mano. Por ejemplo ictus que puede provocar pérdida de fuerza, parálisis parcial (hemiplejía) o parálisis completa de un lado del cuerpo (incluida la mano). Las secuelas de un ictus también pueden afectar a la coordinación y la destreza, así como a la capacidad de agarrar o manipular objetos.
La esclerosis múltiple (EM) también puede ser responsable de ciertas debilidades y espasticidad musculares, que a su vez pueden afectar al correcto funcionamiento de la mano. Los temblores y la pérdida de coordinación causados por esta enfermedad también pueden dificultar el agarre de la mano.
Del mismo modo, las lesiones o enfermedades de los nervios periféricos, como la neuropatía diabética, pueden provocar pérdida de sensibilidad y reducción de la motricidad fina. Los daños en los nervios mediano, cubital o radial pueden afectar específicamente a la función de la mano.
Por fin, la enfermedad de Parkinson puede provocar temblores, rigidez y lentitud de movimientos (acinesia) en quienes la padecen, lo que dificulta la coordinación de los movimientos de las manos y el agarre.
2. Patologías musculares y esqueléticas
Ciertas enfermedades relacionadas con los músculos, tendones, articulaciones o huesos de la mano también pueden afectar al agarre.
Las enfermedades articulares degenerativas, como la artrosis y la artritis reumatoide, pueden causar dolor, inflamación y deformidad en las articulaciones de la mano, reduciendo la fuerza y la coordinación necesarias para agarrarla.
Otros trastornos como la tenosinovitis de De Quervain o el síndrome del túnel carpiano también son causas frecuentes de problemas de prensión de la mano. Por último, la distrofia muscular, las fracturas de los huesos de la muñeca o la mano o la luxación articular pueden ser responsables de este tipo de problemas.
3. Otras patologías responsables de problemas de prensión de la mano
También se sabe que otras patologías influyen en los problemas de agarre de la mano dominante. Por ejemplo, el síndrome de Guillain-Barré es una enfermedad autoinmune que ataca los nervios periféricos y puede causar debilidad progresiva y parálisis, incluso de los músculos de la mano. Del mismo modo, la contractura de Dupuytren, que causa el engrosamiento y estrechamiento de la fascia palmar, puede provocar la flexión permanente de los dedos y la pérdida de la capacidad de extender completamente la mano, lo que afecta al agarre.
Tratamiento de la muñeca y la mano con el método Allyane
El método Allyanebasado en el método de reprogramación neuromotora, potencia la calidad y la rapidez de la recuperación neuromotora. La ventaja de esta técnica es que trabaja de forma más específica sobre el propio control motor, es decir, de forma más centralizada, centrando la atención del paciente en sus propias sensaciones visuales y propioceptivas.
El paciente debe comprender cuál es la mejor manera de activar cada músculo visualmente y con buenas sensaciones propioceptivas para volver a adquirir el movimiento deseado.
Se trata, por tanto, de una interesante herramienta complementaria a la rehabilitación, que debe incluirse preferentemente en el programa de cuidados ya establecido con el especialista en rehabilitación para garantizar el mejor retorno posible a la funcionalidad.
Formación en el método Allyane
1 Purves Dale, (2015), Neuroscience, 5ª edición, Ed. De Boeck
¿Sufre de trastornos motores en la mano o la muñeca y le gustaría beneficiarse de una sesión de Allyane?
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Consejos de Shingo Kitada, fisioterapeuta y practicante certificado de Allyane
A continuación se presentan algunos ejemplos de ejercicios de autorrehabilitación (a título informativo, si no está seguro, pregunte a su rehabilitador).
- Para trabajar la movilidad: calentar abriendo y cerrando alternativamente la mano, probar la movilidad de la muñeca en todas las direcciones permitidas.
- Ejemplo de gesto cotidiano: escurrir poco a poco un paño o una toalla por un lado y luego por el otro.
- Para trabajar la estabilidad: mantén la mano abierta enfundada en el eje, luego con la otra mano o contra una pared/mesa, realiza progresivamente contraresistencias y mantén unos segundos (según tu nivel). Durante el descanso, recuerde hacer este ejercicio con la otra mano (aunque esté sana).
- Ejemplo de gesto cotidiano: sostener una botella más o menos llena (según su capacidad) y mantenerla durante unos segundos en diferentes posiciones. Comienza sosteniéndolo de forma estática y luego, una vez alcanzadas todas las posiciones, realiza los movimientos moviéndote de forma continua y lenta durante un tiempo determinado (dependiendo de tu nivel). El objetivo es mantener la muñeca y los dedos enfundados.
El método Allyane
Dificultades motrices abordadas
Encuentre a continuación las otras patologías tratadas por el método Allyane.